Feliz cumpleaños ¿o no?

A muchos nos gusta celebrar nuestro cumpleaños de alguna manera y ser consentidos en ese día, a mí en lo personal me gusta celebrarlo en círculos pequeños, estar con mi familia, amigos, los regalos, el mole, pastel y de preferencia también tequila, etc.

En México siempre en el ambiente laboral se acostumbra a celebrar a los compañeros cuando cumplen años, normalmente se hace una coperacha y se le compra pastel, tamales o algo para convivir que es precisamente la idea principal.

Y de pronto llegué a Alemania… yo trabajaba en una oficina algo al norte del país cerca de Hannover en una ciudad que se llama Bielefeld (hay una broma local acerca de que Bielefeld no existe y esto viene a que es una ciudad pequeña y sin relevancia y belleza, pero a mí me gustaba), yo llevaba un par de meses en el país pero aún no hablaba alemán y conocía muy poco de las costumbres alemanas.

Un día había pastel en la cocina de la oficina, y me informaron que era el cumpleaños de un compañero, él había llevado su pastel, imagina mi sorpresa, yo pensé ¿cómo?, es su cumpleaños y él trajo el pastel ¿?.

Para mí eso no tenía sentido en absoluto, si es mi cumpleaños no se supone que ellos me deben festejar a mí?, pues si eso es en México pero aquí no, resulta que efectivamente el día de tu cumpleaños es tu “responsabilidad”, lo digo entre comillas porque claro que no es obligatorio pero en cuanto se enteran que es tu cumpleaños automáticamente se crea la expectativa de que les vas a llevar algo, de hecho no conozco a nadie que no lo haya hecho, es como una regla que nadie menciona pero que sabes que debes cumplir.

Y no tiene que ser exactamente pastel, puede ser un desayuno, pretzels (esos como panes salados alemanes que con mantequilla en medio son una delicia), panes con embutidos, dulces, bueno la variedad es amplia pero la resultado es el mismo…tienes que preparar o comprar algo.

Lo que es aún más triste es que ni si quiera es necesario que lo coman juntos, de hecho en la mayoría de los casos cada quien toma un poco de la comida y se la lleva a su escritorio, lo que significa que la convivencia como tal no se da, esto varía mucho de acuerdo al equipo y costumbres de las empresas pero en mi experiencia son muy pocos los que realmente organizan algo juntos.

Y como si todo esto no fuera suficiente, ni siquiera me abrazan…a mí me encanta ir por el mundo abrazando gente, y en mi cumpleaños siempre me gustaban las felicitaciones y muestras de afecto, pero aquí se me acabó, porque eso tampoco está acostumbrado, para que alguien te abrace tienes que ser familiar o buen amigo porque aquí no se anda abrazando a cualquiera, y los compañeros de oficina muy a menudo son “cualquiera”, con esto lo que quiero decir es que los alemanes no tienden a mostrar su afecto a menos que se sientan en confianza, y eso no sucede ni rápido ni a menudo, aunque a veces la bandera de extranjero te da ciertas facilidades para acercarte a la gente, pero la felicitación estándar es un fuerte apretón de manos para desearte lo mejor en tu cumpleaños.

Yo la verdad si extraño mucho esos desayunos con mis compañeros, los abrazos y felicitaciones, y aunque ya me acostumbre a llevar algo cada año a la oficina, yo sigo pensando que la costumbre en México es más bonita, independientemente de si es por festejarte o sólo por el desayuno y el tiempo libre, esa convivencia cambia el ambiente de trabajo y las interacciones de las personas en forma positiva…punto para México.